jueves, 29 de septiembre de 2011

VADEMECUM

Varios años atrás, un poco en broma, otro poco en serio, como resultado de una re escritura  compartida del Génesis, surgieron dos medicamentos apócrifos:

DIOSANOL: el analgésico para el Creador de Mundos.




BELZEBUTHIAN: la pomada ideal para los Ángeles Caídos:




Entre una cajita y la otra, el bien y el mal fueron dejando algunas metáforas que se perdieron en los cajones y estanterías de una farmacia imaginaria. Hoy las rescato como uno de mis tantos y fallidos intentos de jugar al artista conceptual.

sábado, 24 de septiembre de 2011

CROQUIS

Nunca fui bueno dibujando, mi muñeca tiene una relación conflictiva con la verticalidad, la horizontalidad y la fluidez sensual de la linea curva. Recuerdo haber puesto mucho empeño en controlar la intranquilidad de mi pulso, pasando horas sentado frente a árboles y edificios. Con los primeros pude llevarme bien, con el geométrico mandato de la arquitectura, no tanto y quizás por eso me desquité con la palabra y la fotografía.
Revolviendo algunos papeles viejos, me crucé con varios ensayos de mis tiempos de estudiante que no provocarán asombro alguno, pero que para mi son como pequeños triunfos expresivos en mi batalla  contra el  "Mano de Piedra Durán" interior, tan estigmatizado en la F.A.U. 





El dibujo en el diseño arquitectónico es una herramienta cuya justa mportancia es la de permitir visualizar las ideas que se desarrollarán en el proyecto. Ojalá los docentes,  antes de sobrevalorarlo como una actividad en sí misma, estimularan otras competencias más importantes para el desarrollo de la profesión, al fin de cuentas un croquis magnífico, no necesariamente es sinónimo de una excelente propuesta arquitectónica.
La creciente fealdad de nuestras ciudades hace décadas que no se cansa en demostrarlo, quizás sería preferible que un arquitecto tuviera talento poético, escultórico o cinematográfico antes que pictórico, pues abarcan el tiempo y el espacio que las dos dimensiones apenas capturan de manera sumamente precaria.
 

viernes, 16 de septiembre de 2011

RAÚL

Ayer 15 de septiembre a las 8:30, se fue mi compañero de sueños.
Me dejó coleccionando recuerdos, me dejó releyendo, sus poemas:

BAQUIA
Decisión de cielo:
sentencia de nubes peltre
y el viento...
aéreas bocas
destejiendo la senda
por la que partes
borran tu espalda mía
la nuca de tu estampa
tu paso meridiano.
Viajas
por la esfera de la noche
icoságonos sueños
pestañas y besos
avíos de ternura 


Y de mí solo labios
y epidermis pensante
fotograma
en la bahía de la mente
añoranza de lucio
tatuado en la hematista
deseo de arce
pintado sin abejas...
baquía sensorial en la arboleda.

Raúl A. Ontivero
29-08-1955
15-09-2011

No se cómo destejer la tristeza que hoy me ahoga,  no se cómo recuperar mi Axis Mundi...

sábado, 10 de septiembre de 2011

ALICE

A boat, beneath a sunny sky
Lingering onward dreamily
In an evening of July-

Children three, that nestle near,
Eager eye and willing ear…(1)

Lewis Carroll,
Through the looking-Glass
and what Alice found there.

El verano se empecinaba en tejer sombras para el refugio de los pájaros del robledal, cerca, el lago desplegaba las plumas de los cisnes y la algarabía de unos cuantos botes tripulados por marineritos, con más ganas de sentirse piratas que formales caballeros de ultramar.
Un grupo de sirenas cepillaban sus muñecas en la costa, mientras desafinaban una canción de ronda y varias haditas, ajenas a toda mitología, comían frambuesas sentadas sobre un mantel de cuadros anaranjados.
Ella, observaba del otro lado, reclinada sobre el tronco de una encina. Ya había seguido con sus ojos azules el derrotero de las hormigas hacia su misterioso hoyo en medio del césped, había contado cada uno de los pétalos de las flores silvestres que la rodeaban y se aburría.
Al domingo todavía le quedaban horas de vida que las hormigas seguirían aprovechando para deshojar las flores, horas que las muñecas resistirían con estoicidad cada embestida del terrorífico cepillo de alambre, horas para que los piratas recuperasen su vocación naval al servicio de su Majestad, horas que ella padecería aunque abandonara la encina y buscara a su familia para apurar el regreso.
Junto a sus hermanas disfrutaba intensamente de las historias que el señor Dodgson(2) les contaba, pero no le alcanzaban pues una vez concluidas, era desarraigada de los territorios de la fantasía para ser regresada a esa previsible realidad de niños, que por gran hazaña apenas planeaban cruzar el lago del parque y fastidiar a las ranas de la costa, los domingos por la tarde.


Ese verano se aburría más que de costumbre porque Edith y Lorina se hallaban en casa de una tía y con las niñas vecinas de su edad no podía contar demasiado. Menos dispuestas a la heroicidad, huían de las aventuras al aire libre prefiriendo quedarse maniatadas con moños rosas, lilas y amarillos ante sus preciosas casas de muñecas, solo para reproducir hasta el cansancio las solemnes ceremonias del té, y las visitas formales de los adultos.
Se alisó la falda, jugueteó con un bucle caído en su frente, resopló fastidiada, hubiera querido salir corriendo por el prado, tomar velocidad y no detenerse hasta que el paisaje a su alrededor se convirtiera en una mancha de colores en donde habría podido reencontrarse con aquellos personajes que tantas veces la hicieran soñar, sin embargo se arrellanó contra el tronco protector y perdió la mirada en un cielo inusualmente despejado…
Un punto oscuro se fue materializando sobre la profunda bóveda azul, posiblemente una bandada de golondrinas. A medida que se aproximaba, la formación de aves le recordó una remota descripción que se fue ajustando cada vez más a la figura evocada. El batir de alas se fue fundiendo en uno y el reflejo flamígero de los ojos del jabberwocky la sorprendió con un grito en la garganta.
Se incorporó buscando a los niños, pero el lago estaba vacío, miró a su alrededor sin saber qué hacer, porque la bestia se acercaba a ella, cada vez más.
Algo tironeó de su falda: el pico de un pájaro dodo que absurdamente le habló con la voz del querido señor Dogdson:

- Alice- dijo ante su asombro- por fin despertaste…
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Domingo 11 de septiembre de 2005

NOTAS
[1] Un bote, bajo un cielo radiante del sol/ avanza perezosamente/ en una tarde de julio…/ Tres niñas que se acurrucan/ con mirada ansiosa y oído deseoso…/
[2] Charles Lutwidge Dodgson, mejor conocido por el seudónimo literario de Lewis  Carroll.

sábado, 3 de septiembre de 2011

MONUMENTAL

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Una vez tuvimos un cielo estrellado de luces dispuesto para que todos los altagracienses pudieramos soñar. 
En la oscuridad de una sala grandiosa, lloramos, reímos, nos enamoramos y hasta bailamos, cantamos, actuamos e hicimos música, recibimos un diploma, una medalla, una bandera, sacamos conejos de las galeras y hasta nos quedamos dormidos fantaseando con actores y actrices.
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Hoy, nuestro cielo de dulces ficciones se ha quedado sin estrellas, esperando que todos los altagracienses, esta tarde (sábado 3 de septiembre) a partir de las 17:00 horas, lo sostengan con su abrazo, para que su monumental arcoiris vuelva a iluminarse de amarillo sobre nuestra emoción y asombro.
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