viernes, 24 de diciembre de 2010

NOvidad


Esa navidad hiede:
a pedo de papá noel,
a turrón en oferta,
a arbolitos de plástico
achicharrados
por lamparitas
made in Taiwan.

Esa navidad apesta:
a nieve de talco barato
a petardo clandestino,
a camisa de pariente
borracho
con sidra
marca La Parranda.


Esa navidad hiede:
a bosta de renos
a agua de azar
a plumas de ángeles
chamuscadas
por velas
de sebo encendidas.

Esta navidad huele
a pesebre embarrado
a olla recalentada
a pañal de recién nacido
abandonado
en las escalinatas
de una catedral cerrada.

24 de diciembre de 2004 

lunes, 20 de diciembre de 2010

FACHADAS

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De pie, al menos aún continúan de pie.
Hermanas más modestas y otras aristocráticas, descuartizadas en los corralones, ya son un montón de escombros en la memoria de la ciudad, una memoria frágil y resquebradiza como las capas de pintura bajo las aldabas, una memoria que se resiente con cada violento golpe que deja esquinas desnudas y parques vacíos.
Extensa es la lista de valiosos edificios que muchos, jamás conocimos: el Hotel Suizo, la confitería El Obelisco, la fastuosa residencia de tres pisos que ocupaba el lugar que hoy invade una estación de servicio…
Durante muchos años Barrio Sur conservó la modestia y la dignidad de una manera de habitar: zaguanes y galerías, patios y parrales, habitaciones en penumbra. Con sus fachadas altas, simétricas apenas diferenciadas por la delicadeza de una guirnalda, el ritmo de una moldura o la arrogancia de una balaustrada, estas casas italianizantes otorgaron continuidad al paisaje conformando una unidad ambiental de gran identidad.
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El tiempo transcurrió, las necesidades evolucionaron, aquellas casas chorizo enfermaron. Entre otros problemas sus instalaciones se volvieron obsoletas y su planta poco funcional, un mal entendido progreso les decretó la muerte a varias, condenó al abandono a otras y emprendió un proceso de mutilación en muchas.
Así, sin la intervención certera de un profesional, el patrimonio de la ciudad está siendo despojado de puertas talladas, rejas forjadas, mascarones, y elementos estructurales de hierro y madera que paradójicamente enriquecen la fantasiosa arquitectura posmoderna de los barrios cerrados de otras ciudades.
Nuestras auténticas viviendas del siglo XIX decapitadas, con sus fachadas alteradas, enmascaradas con revestimientos, mal refuncionalizadas, pierden así sus valores históricos y estéticos por desconocimiento de sus propietarios, un desconocimiento que en una ciudad que se jacta de proteger el Patrimonio de la Humanidad es imperdonable.

Escrito para la edición 199 de Sumario,
26 de octubre de 2009.


miércoles, 15 de diciembre de 2010

INFÁBULAS

7

Todos duermen en Porcinaria. 
Mamachancha sueña el futuro 
de tapaditos de sus zorrinitos, 
que no serán chorizos como 
sus sobrinitos.


sábado, 11 de diciembre de 2010

HIGUERAS

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Porque es "áspera y fea", Juana de Ibarbourou le tenía piedad a la higuera...
Porque era vieja y hermosa yo tuve una higuera genealógica...
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Manuel Puig celebró el erotismo de los higos en Boquitas Pintadas y Leopoldo Torre Nilson los maduró en 1974 con sus imágenes:


Este año, otra higuera me regala sus frutos, aún dormidos:


Consigo mieles
en minúsculos odres:
higuera panal.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

PERFECCIÓN

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Puedo anticipar…

en el perfil dromedario
de una nariz,

en la curva retorcida
de un labio,

en el parpadeo obtuso
de una mirada,

en el crispar impaciente
de una oreja…
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El argumento sublime
de una existencia
que deshollará,
los epitelios del destino
para reírse obscenamente
de nuestra improlija realidad.

12 de abril de 2010