martes, 21 de julio de 2009

PREMONICIÓN

Azul, muy azul, todo.
Me envuelve y los envuelve, pues un rayo ha atravesado el cielo y la nube se atomiza blanca, muy blanca.
Siento el frío del espacio geometrizado por el granito gris y la bóveda transparente de un corredor, que me deja ver las ramas secas de los árboles.
Pero… y este espacio abarrotado de muebles tan familiares: la vitrina rayada por el polvo, el escritorio de nogal oscuro y perfumado…
Algunas columnas soportan el otro cielo, el de las convenciones, pero ya no están las costillas de pinotea ni las tejuelas coloradas, ahora se comba en una claraboya y desnuda la telaraña eléctrica de la tormenta desatada.
Gris, muy gris, todo.
Los rostros conocidos, los de aquella fotografía antigua, que me legaron Arlequines, el sabor de las ciruelas pasas y el recuerdo temprano de una mecedora Thonet oscilando en la penumbra de una siesta me contemplaron con tristeza.
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-Pero… ¿qué han hecho…?
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Descolgaron la araña de caireles.
Arrancaron las ventanas con visillos.
Derribaron la chimenea de ladrillos y piedras.
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-Pero… ¿qué han hecho…?
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Las puertas se abren, ellos se toman de la mano y el sol devora la tempestad tras los cerros.
El carruaje ha llegado y los Green parten por el camino de entrada, pero ya no hay barro, ni la creciente se adivina, ni el arco tiende su pacto tras la barranca…
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Y hubo un trueno, un trueno que me despertó del viaje.
¿Dónde estaría ese espacio blanco?
Lo hallé esa misma tarde, alguien, ignorando mi sueño, mi pre-historia, las nostalgias heredadas, llamó a mi puerta con una invitación:
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- Están construyendo el nuevo casco de la Estancia Dos Ríos, vamos a verlo.
- Pero… parte de la historia de mi familia se inició ahí, justo donde nace el Xanaes.
- Sí...? Bueno... la antigua casona fue demolida.

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Y la creciente contenida, desbordó los ríos que se juntan al pie de las barrancas porque un círculo de muchos años finalmente se cerraba bajo esos escombros.
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6 comentarios:

María Gabriela Costigliolo dijo...

el sentimiento hacia las cosas palpables, perpetuado en lo intanglible.. Besos

Walterio dijo...

Gaby: Así es... este texto alguna ves intentó abrir una biografía poética de mis abuelos, de la que participaba un matrimonio inglés que administraba la estancia donde ellos trabajaban. Al morir mi abuelo que era su capataz, los Green casi "adoptaron" al resto de la familia para que no quedara desamparada. Mi mamá apenas tenía 10 años.

muchasmiradas dijo...

Una interesante historia. Espectacular descripción, típica de un arquitecto, ¿o me equivoco?.
Saludos.

Walterio dijo...

Muchasmiradas: Son gajes del oficio.

María Gabriela Costigliolo dijo...

Puff que historia que se enconde atras de todo no??? .. Besos
pd: por facebook me hago la animada... jajajajaja

Walterio dijo...

Gaby: Una larga historia cargada de anécdotas.

(Facebook da para todo).