martes, 14 de agosto de 2012

PSICODIAGNÓSTICO

 
Como me citaron a las 15.00 y no quería que algún psiquiatra distraído leyera mi apellido prematuramente, llegué 15 minutos antes a las sórdidas instalaciones de Salud Ocupacional y ocupé mi silla de la angustia.
El hall se veía bastante concurrido, especialmente por pacientes que aguardaban ser atendidos por el equipo de traumatología, pero varias miradas perdidas y rodillas inquietas me hicieron entender que otros estaban ahí esperando a ser llamados por la misma voz que yo.
Una madre con el cansancio secuestrándole la juventud a cada paso, intentaba hacer dormir a una beba mientras su otro hijo jugaba con autitos al borde de la escalera…
 
- Vení para acá que te podés caer…
 
Una mujer de guardapolvo y cara de aburrimiento sube las escaleras.
Se abre una puerta y algo parecido a un hobbit comienza a recitar apellidos:
 
- ACOSTA, FERNÁNDEZ, GÓMEZ, RAMÍREZ, TORRES…
 
Los impacientes de ojos extraviados giran la cabeza para ambos lados, nadie se pone de pie, la beba despierta y rompe en llanto, el niño impulsa uno de sus autitos de juguete y se pierde entre las piernas de una señora mayor sentada. La puerta vuelve a cerrarse.
 
- Vení para acá que te podés golpear…
 
Una mujer de guardapolvo y cara de aburrimiento baja las escaleras.
Se abre otra puerta y algo parecido a un orco comienza a recitar apellidos.
 
- BENÍTEZ, FLORES, GÓMEZ, NÚÑEZ, VÁZQUEZ…
 
Los impacientes zapateadores giran la cabeza para ambos lados, nadie se levanta, la beba se calma con una mamadera, el niño trepa a una silla haciendo correr los autitos por las paredes, pierde el equilibrio y se pega un porrazo, la madre acude a ayudarlo porque llora a los gritos.
 
- Viste? Te dije que te podías golpear…
 
Una mujer de guardapolvo y cara de aburrimiento sube las escaleras.
Se abre nuevamente la puerta del hobbit que insiste con los mismos apellidos:
 
- ACOSTA, FERNÁNDEZ, GÓMEZ, RAMÍREZ, TORRES…
 
Los impacientes de ojos extraviados repiten como búhos su coreografía, pero nadie responde, la beba eructa ruidosamente, el niño deja de llorar y se raja un pedo digno de un adulto de cien kilos.
 
- Viste lo ordinario que sos…
 
Una mujer de guardapolvo y cara de aburrimiento baja las escaleras.
Se abre la puerta que oculta el orco y nuevamente repite su lista de apellidos.
 
- BENÍTEZ, FLORES, GÓMEZ, NÚÑEZ, VÁZQUEZ…
 
Mi paciencia alcanza su punto de ebullición, ya ha pasado más de una hora y nadie me llama. Veo que por tercera vez el hobbit sale como un cucú estúpido a repetir los mismos nombres, pero se queda en…
 
- ACOST…
- Decime una cosa ¿no tenés más apellidos que esos? Es la tercera vez que llamás a la misma gente, luego entrás permanecés adentro como veinte minutos… ¿Me podés decir cuándo carajo me van a llamar?
- Tranquilizate, ya te van a atender…
- YA ESPERÉ MÁS DE UNA HORA Y NO ME HACEN PASAR!!!
- A ver ¿Cuál es tu nombre? Ah sí acá estás pero… la psicóloga ya se fue…
- ¿CÓMO QUE YA SE FUE? EN DOS HORAS TENGO UNA JUNTA MÉDICA Y ME TENÍAN QUE HACER UN PSICODIAGNÓSTICO ¿QUÉ LES PASA?
- No me grites, no tengo la culpa, tranquilízate…
- ¿PERO CÓMO QUERÉS QUE ME TRANQUILICE SI JUSTAMENTE ESTOY ACÁ POR UNA LICENCIA PSIQUIÁTRICA? ¿ME ESTÁS TOMANDO EL PELO?
- Ya voy a buscar una licenciada para que te atienda pero calma…
 
El hobbit baja las escaleras y cuando vuelve a subirlas aparece con la mujer de guardapolvo y cara de aburrimiento que se la pasó haciendo step por los tres pisos de Salud Ocupacional, mientras la beba eructaba, el niño se tiraba pedos, la madre envejecía arrepentida de haber adherido al Portal de Belén y estar en contra del aborto. Los desesperados seguían obedientes en sus sillas de tortura.
 
- Yo llamé varias veces y nad…
- VOS TE LA PASASTE HACIENDO GIMNASIA AERÓBICA CON LAS ESCALERAS DE ESTE PUTO EDIFICIO Y NUNCA ME LLAMASTE, PUEDE QUE ESTÉ CON ASISTENCIA PSIQUIÁTRICA PERO NO SOY UN PELOTUDO.
- Ah no… el señor está muy alterado, así no lo podré atender…
 
El hobbit me mira como si estuviera a punto de darme la bendición papal y con una serenidad insufrible me dice…
 
- Te advertí que te calmaras…
 
Respiro hondo y le digo que voy a hacer el test. Bajamos las escaleras, la licenciada está muy relajada bebiéndose un té verde…
 
- Aquí está, dice que lo hará.
 
Cinco minutos más tarde la licenciada toma una hoja en blanco escribe mi nombre y yo comienzo a preguntarme qué estupidez me hará dibujar ésta vez, si una casita incendiada, un hombrecito ahorcado o un arbolito seco…
 
- ¿Y cuál es tu historia?
- ¿Cómo que cuál es mi historia? Hace meses que vengo aquí y ya estoy harto de contártela. Por qué… MEJOR ESCRIBO UN LIBRO, LO PUBLICO USTEDES LO COMPRAN ME HAGO FAMOSO Y RENUNCIO A ESTE SISTEMA EDUCATIVO DE MIERDA DEL QUE  SON UN ENGRANAJE OXIDADO EN LA DESCONFIANZA...
- Ah no… usted me falta el respeto..
- ¿YO? ¿Quién se la pasó deambulando por este edificio pedorro sin atenderme ni respetar el horario al que fui citado? Disculpame pero quien no sabe tratarme profesionalmente SOS VOS, que estás olvidando que yo SOY UN PACIENTE.
 
La licenciada huye escaleras arriba y yo salgo corriendo tras ella. El hobbit reaparece…
 
- Vamos a tener que reprogramarte la Junta Médica.
- ESPERO QUE USTEDES PRONTO SE REPROGRAMEN EL CULO!!!
 
15 días más tarde me dieron el alta y sin ningún psicodiagnóstico…

2 comentarios:

nfer dijo...

Walter,
Tu relato es tan vívido que no necesita fotos. He pasado por experiencias similares esperando el Auditor (¿porqué lo escribo con mayúscula si es un...buéh). El Auditor Médico es quien decide si, de los dineros que el Estado me quitó por Ley durante mis años de docencia, parte me será devuelto para pagar una cirugía y todo lo demás previo y posterior a ella. El día que el Auditor no me atendió "porque estaba trabajando", entré a la enorme sala dividida en pequeños cubículos con un escritorio, papeles, un sillón, y a veces alguien. Porque el Auditor no estaba...ya iban para tres horas de espera. Al preguntarle de nuevo a la encargada de informes me respondió: "le dije que estaba trabajando. Está trabajando en la otra delegación". (400 Km al norte, y no exagero). Me fui sin autorizaciones y la cirugía la tuve que pagar en efectivo. Una rara alineación de astros hizo que me dieran facturas y con ello algún porcentaje de reintegro. Me parece que volveré a los chamanes que conocí en el NOA...

Walterio dijo...

Nfer: El maltrato de éstos "profesionales", se ha vuelto moneda corriente en la administración pública.