domingo, 21 de noviembre de 2010

EXPOSICIÓN

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El esplendor de una tarde serrana a orillas del dique de Los Molinos, la alegría por compartir relatos evocando la vida.
El fantasma de una estancia que emergió de las aguas, junto a la infancia y los sueños, el dolor y la modestia...
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La felicidad enraizada entre las piedras como los churcales florecidos, el afecto y el respeto, la nostalgia y el futuro:

"Ahora, hay que pensar en ellos" -dice un viejo serrano acariciando los cabellos de su nieto- "porque ya estamos haciendo su historia. Hay que apurarse, ahora que nos están pasando las cosas, antes que sea tarde y nos olvidemos de todo..."


La redonda satisfacción de la luna, iluminando la memoria de Potrero de Garay.

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