.Alcanzaban las órbitas de los caballos,
las naves y las luces,
para marear el destino por un anillo
con el que desposar la alegría de los sábados...
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Nunca retornarán las vueltas,
al punto de partida de aquellas maravillas.
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14 de junio de 2006.
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6 comentarios:
Bello bello bello.
Adriana: Bueno, bueno, bueno.
Gracias, gracias, gracias.
Me encantó! habrá otras vueltas, otras calesitas, aunque nada que ver con éstas!
Nélida: Insisto en que la calesita tendría que habilitar algún día especial para adultos.
Muchos dejarían de apelar al pretexto de hijos, nietos, sobrinos y hermanos menores para volver a darse el gusto.
Una belleza. Qué tiempos aquellos!!. Amaba la calesita.
Saludos.
MM: Las calesitas nos dieron mucha alegría.
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