martes, 19 de octubre de 2010

INFÁBULAS

5
.
La Srta Mañosa, Maestra Amaestrada, 
cada mañana calma sus mañas de osa
amaestrando alimañas en el aula 
(pero le sale mal).


martes, 12 de octubre de 2010

TALANTE

En otros tiempos era imperativo
mantener en calma al ama de casa...


Publicado en "Chabela", octubre de 1939.
.

jueves, 7 de octubre de 2010

TREN


Todavía busco
continentes en el patio,
lagos ahogados
en los baches
de las calles,
bosques de tréboles,
desiertos amarillos
en las veredas
de una obra.
ríos de lluvia,
planicies de baldosas
en las habitaciones
de cada casa…


...para trazar el ocho perdido
de mi locomotora,
para rescatar la carga imaginaria
de aquel vagón celeste,
mientras espero los pasajeros,
del misterioso
cabús rojo de juguete.

17 de junio de 2005
.

martes, 5 de octubre de 2010

ENCLAVES

.
Desde aquellos lejanos días en que el glamour del Sierras comenzara a desvanecerse bajo el polvo, las telarañas y el olvido; desde que los trenes fueron llegando cada vez más vacíos hasta desaparecer; desde que el neón dejó de escribir HOTEL sobre las antiguas fachadas, una mirada melancólica empezó a deslizarse en busca del añorado esplendor. 
.
Otra ciudad creció a orillas de un embalse, convocó a multitudes, se erizó con las grises torres del progreso y conquistó los diálogos callejeros de la nuestra, como un modelo a imitar.
Comparándose, Alta Gracia comenzó a valorarse negativamente por todo aquello que supuestamente no tenía para ofrecer al viajero (no hay lago, no hay hoteles, no hay parques temáticos, no hay festivales, no hay…), pero las discusiones nunca llegaron a cristalizar una propuesta destinada a recuperar su rol turístico, más bien crearon un imaginario colectivo de lo utópico con proyectos reales y fantasiosos. 
.
El tiempo ha pasado, lo banal y lo efímero fueron ganando un espacio de sospechosa importancia frente al paisaje, empobreciendo el ambiente de aquel pujante enclave serrano. El presente nos ofrece nuevas postales de su patrimonio de ausencias…
Días pasados, en la medianera del estacionamiento de un supermercado de Carlos Paz pude leer esta patética inscripción: “la ciudad recupera su patrimonio” en un memorial destinado a evocar la primera casa construida por el fundador de la villa y que seguramente fuera demolida por la voracidad especulativa que definió su perfil urbano.














Los que alguna vez propusieron a esa ciudad como modelo de desarrollo, deberían reflexionar con la anécdota y comenzar a preguntarse, por qué tantos extranjeros por estos días, detienen sus pasos en Alta Gracia, para capturar con sus cámaras las claves de nuestra memoria, en los legendarios muros de piedra, en los sonoros techos ingleses de chapa, en la modesta grandeza de las fachadas italianizantes que aún sostienen nuestro paisaje de presencias.
.
Escrito para la edición 198 de Sumario.
14 de octubre de 2004